CuentosContados

lunes, 14 de mayo de 2007

Vivir, Sentir; Convivir 2007

DESDE LA BIBLIOTECA ESCOLAR: 

“VIVIR, SENTIR, CONVIVIR”

¿Hay algo más vivo que una maleta circulante, llena de libros, que va de aula en aula? Así comenzó esta actividad organizada desde el Seminario de BLI del CEIP Miguel Servet de Fraga, que se ha desarrollado a caballo del segundo y el tercer trimestre de este curso escolar.
Los libros, seleccionados del fondo de nuestra biblioteca escolar hablaban de la amistad, de los miedos, de la adopción, de las diferencias que nos hacen únicos y únicas, del cuidado y la protección, del amor, de las dificultades, de la ayuda que prestamos y nos prestan, de la soledad y la compañía, del respeto a los demás, de los gustos y aficiones personales, de la guerra, de la agresividad, del beso y del abrazo, de la pérdida y el consuelo…

Las maletas circulantes. 

En cada una de las maletas (preparamos tres para otros tantos niveles), había unos treinta libros que hablaban de esas y otras circunstancias que requieren frecuentes reflexiones en las escuelas, al hilo de cómo cambia el dibujo social de quienes acuden a ellas.

Una maleta recorrió las seis aulas de infantil; los contenidos de la segunda fueron leídos por niñas y niños de 1º, 2º y 3º de Primaria y la tercera estaba destinada a los de cuarto y los dos niveles del Tercer Ciclo. Cada maleta permanecía tres semanas en las dos aulas de un mismo nivel. Los libros de las maletas eran leídos en voz alta por la maestra o el maestro, o en voz baja y silenciosa, por parte de los niños y niñas de cada aula. Cada maestra o maestro aprovechaba ese fondo lector para comentar, trabajar específicamente, realizar alguna actividad oral de libroforum, tratar de que niños y niñas se quedasen con la esencia del libro o con sus reflejos en la vida de cada uno y cada una… Es decir, en la línea de lo que apunta el título de la actividad: qué sentimientos han aflorado con la lectura, qué aspectos de la convivencia se potencian, hasta qué punto nos vemos reflejados… No debemos olvidar que, con frecuencia, los buenos libros nos interrogan, nos ofrecen soluciones a situaciones críticas, responden a preguntas que nos hacemos y nos proporcionan marcos interesantes de referencia.

El trabajo derivado.


Se elaboraron tres plantillas para pedir tres tipos de colaboración escrita y plástica: a las niñas y niños de infantil, un dibujo sobre alguno de los cuentos leídos o sobre algunas palabras claves de la convivencia; a los del Primer Ciclo, un dibujo y un texto en la misma plantilla, convenientemente dividida por la mitad, respondiendo al título de “Así soy yo”, y a los del Segundo y Tercer Ciclo un texto personal, descriptivo y reflexivo bajo el título “Soy único y diferente” y un dibujo personal o un autorretrato. Todo ello con la intención de exponerlo, al final de la actividad, después de haberlo encuadernado por cursos. Material que, como en ocasiones anteriores, se guardará en la biblioteca escolar, como “material de la memoria”.

Las madres.

Las madres colaboradoras de la biblioteca volvieron a realizar un trabajo modélico y generoso. Su aportación es decisiva para que la biblioteca escolar de nuestro colegio camine con una definición y una línea decidida y envidiable. 
Las que trabajan en la ornamentación de la sala de lectura, se ocuparon en esta ocasión de dibujar palabras relacionadas con la convivencia; palabras de gran tamaño que, una vez pintadas y decoradas, se colgaron del techo de la biblioteca y allí siguen poniendo ese punto de color y sorpresa, tan agradables.
Otro grupo de madres, eligieron algunos libros y prepararon los materiales necesarios para contarlos. En el “Cuentacuentos” (aunque yo lo llamaría, mejor aún: “Cuentalibros”) narraron las peripecias escondidas en “El rey con orejas de caballo”, “Los animales vergonzosos”, “La ratoncita presumida”, “El pez arcoiris”, “El huevo más bonito del mundo”… Nada como las palabras ofrecidas de manera gratuita y cálida para generar un clima de atención, reflexión y silencio. Nada como ser niña o niño y sentir de tiempo en tiempo que te acarician con palabras pronunciadas desde el compromiso y el trabajo ilusionado.

Los materiales regalados. 

Nuestra biblioteca escolar se ha distinguido siempre por el diseño y edición de materiales relacionados con los temas de trabajo; materiales complementarios a la lectura. En esta ocasión, todos los niños y niñas recibían el marcapáginas de costumbre, al finalizar la sesión de “Cuentalibros”. Posteriormente, las niñas y niños de Infantil y Primer curso de Primaria recibían un póster  con doce cromos en color para pegarlos en él. Al lado de cada rectángulo destinado al cromo correspondiente se leía una breve frase que orientaba sobre la elección de la ilustración: “Estoy triste. Me divierto viajando con mis amigos. Me ayudan a decir bien las palabras. Me gusta estar solo. Ayudamos a nuestros abuelos y nuestras abuelas. Me gusta que me lean. Nos abrazamos. Nos gusta estar juntos, queriéndonos…” Los niños y niñas del resto de los cursos de Primaria recibían un álbum y treinta cromos. En cada página del álbum había espacio para pegar tres cromos y al lado de cada uno, un texto extraído de alguno de los libros que habían circulado por las maletas.
Todos los cromos, eran ilustraciones en color sacadas de los libros que tenemos en la biblioteca (de hecho, los treinta libros de donde se han sacado los treinta cromos están expuesto en dos maletas abiertas en la biblioteca para que el profesorado acuda hasta allí a completar el álbum con sus chicos y chicas  y puedan ver y leer los libros, localizar las ilustraciones originales, etc.) La lectura de los fragmentos del álbum lleva a la lectura de los libros completos, proponiendo una traslación natural de unos a otros y también un cultivo indirecto del gusto estético al apreciar las cuidadas ilustraciones como fragmentos de un mensaje más global: nos mueven los sentimientos; los sentimientos son un motor universal: ordenan las relaciones y contribuyen (de manera positiva o negativa) a definir la convivencia.



La biblioteca escolar debe propiciar, con diversas estrategias, el encuentro frecuente del alumnado con los libros, objetos preciosos de breve geografía que nos abren horizontes, que nos proponen reflexiones y nos dibujan caminos de solución para algunos de nuestros problemas. Con todo el planteamiento anterior quisimos acercarnos a ello, como siempre hacemos, con algo de imaginación, un punto de sorpresa y muchas, muchas ganas.



Mariano Coronas Cabrero (Coordinador del Seminario de Biblioteca y Literatura Infantil del CEIP Miguel Servet de Fraga)

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